Primero consideramos que
es necesario brindar un poco de información acerca de la obra.
Su autor es Sófocles,
escritor del siglo V antes de Cristo, quizás el mejor de los tres principales
creadores de tragedias en la Antigua Grecia.
Su estructura, es la
típica de obra teatral:
- Prólogo: diálogo entre
Ismene y Antígona. Presenta el conflicto
y pone al tanto sobre las situaciones anteriores con Edipo y de la situación
con los hermanos.
- Párodos: primera
entrada del Coro. Contrasta el conflicto de leyes humanas contra leyes divinas.
Anuncia la llegada de Creonte.
- Estásimos:
intervenciones del coro entre cada episodio.
Permite evaluar las acciones, opinar. Entrada y salida de los
personajes.
- Episodios: secuencia
de acciones. Principalmente la Confrontación de Antígona con Creonte, hasta que
éste último reconoce sus errores.
- Éxodo: canto final del
coro. Presenta un llamado a la reflexión
sobre las acciones. Hay un llamado a la
prudencia (mesura) como base de la felicidad.
Ahora bien, la historia
nos pone ante un profundo dilema moral: ¿Qué elegir: la lealtad a la familia o
la opinión social?
En la mitología griega,
Antígona es hija de Edipo y Yocasta (reyes de Tebas) y hermana de Ismene,
Eteocles y Polinices.
Cuando muere Edipo, sus
dos hijos varones se turnarían en el trono de Tebas, pero lucharon por el poder
y Eteocles se mantuvo en el trono sin dejar gobernar a su hermano Polinices.
Finalmente, se mataron mutuamente; Polinices es castigado mientras que el otro
es enterrado dignamente.
Antígona es una mujer
verdaderamente noble, dramática, valiente, transgresora, sensible, capaz de
oponerse al poder y revolucionaria. Es una defensora de la ley natural, apegada
a su hermano Polinices al cual le quiere dar honras fúnebres (para los griegos
eran muy importantes estos ritos, puesto que si alguien no era enterrado
dignamente, se decía que su alma vagaría por la tierra eternamente); mientras
que Creonte es defensor de las leyes de la ciudad que, al ser desobedecidas
debe recibir el castigo considerado correspondiente.
Entonces, la obra es un
enfrentamiento de gran dramatismo constante entre dos personajes: Antígona y
Creonte.
La figura de Antígona ha
llegado hasta nosotros como símbolo de lealtad y de amor fraternal, así
como también de valentía al defender sus intereses sublevándose al poder sin
ceder ante la presión social, y sabiendo que sus actos podrían llevarla a la
muerte. Ella consideraba que morir defendiendo a los suyos era morir
dignamente.
Creonte, rey de Tebas,
al contrario, cree siempre tener la razón. Es un hombre soberbio que no piensa
en las consecuencias que puede traerle esa decisión, corresponde al héroe
trágico de la novela.
Pero, hay dos
concepciones de la justicia que entran en disputa: por un lado se sitúan las
leyes del Estado, de la ciudad, que persiguen el mantenimiento del orden; en el
otro, las normas religiosas, las leyes eternas dictadas por los dioses.
Antígona dice llevarse
por las leyes divinas, y no cree que ningún mortal pueda tener tanto poder para
negarle a otro su sepultura. Creonte, defensor de la ley del Estado, cree tener
la razón ya que Polinices ha luchado contra Tebas, su ciudad natal.
Antígona atenta contra
el poder, el Estado griego, mientras que Creonte, hombre soberbio, al que el
poder no le deja ver más allá, no obtiene ningún beneficio en la putrefacción
del cadáver de Polinice, excepto su propio disfrute. Como consecuencia de dicha
soberbia, su esposa Eurídice y Hemón, su hijo y heredero, murieron. Creonte se
da cuenta de su grave error.
Para más información ver la sección “Antígona, una
Tragedia”.
Lo que nos gustaría a
nosotros es generar un debate en el blog, a cerca de este tema. Entonces…
¿quién tiene la razón, Antígona o Creonte? Consideramos que eso depende de cada
lector, de su cultura, de su educación, así como también de su creencia
religiosa y de la época histórica en la que se encuentre.
A nuestro entender,
Creonte actuó mal, no estamos de acuerdo con sus actitudes autoritarias y
consideramos que ningún ser humano tiene el suficiente poder como para decidir
sobre el entierro de otro mortal. Era una época enormemente religiosa y Creonte
obra contra la decisión de los dioses y lo utiliza como castigo para otros.
Para concluir, Antígona
es una obra que nos hace reflexionar, nos deja pensando acerca de temas que aún
pueden verse en la actualidad como la muerte, la “guerra” entre hermanos, la
familia, el amor (tanto filial como erótico), la lealtad a la familia, el
defender la ideología propia, etc. Es un clásico que constituye una riqueza
para quienes lo han leído, y una aún mayor, para aquellos que se reservan la
suerte de leerlo.
Excelente el análisis de la obra, fue de gran ayuda.
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